Existen personas para las que los negocios y emprender proyectos puede resultar en algo que sólo se puede realizar si se cuenta con el dinero necesario para invertir, pero también existe otro tipo de personas que vieron que por medio de intercambios de conocimiento, de trabajo colaborativo y haciendo uso de las nuevas herramientas tecnológicas e Internet, existe una manera de iniciarlo y hacerlo posible sin necesidad del papel moneda al que todos ven como un limitante al inicio, pero como una meta para el futuro.El tema de los intercambios creativos no se presenta como la panacea de la economía, pero si en una importante forma de vivir de lo que se quiere bajo una nueva filosofía económica en la que mucho se puede ganar y poco perder, claro está, que también tiene sus desventajas, las que mencionaré más adelante. Echemos un vistazo rápido a lo que a mi parecer es una buena posibilidad de arriesgarse a emprender:
Esto no es nada nuevo, si nos ponemos a analizarlo funciona parecido como hace muchos años lo hacía un convite de pueblo, en el que la palabra es sagrada, la responsabilidad un requisito y tener el conocimiento es el dinero. Intercambiar trabajo por trabajo, productos por productos, conocimiento por conocimiento y saber fusionarlos todos según sea el caso es básicamente la clave, pues aunque no hay un tráfico de dinero tangible, se producen beneficios económicos para las personas que participan en el intercambio.
Pongamos el ejemplo de una empresa creativa audiovisual que se ha encaminado a realizar un documental sobre el impacto de la cultura en una comunidad específica por el que les pagaran muy poco, pero es una oportunidad importante para participar en un festival reconocido del país. Ya que para ello cuenta con muy poco presupuesto que si acaso le alcanza para los viáticos de producción, y necesitan una banda sonora por la que muchos cobran el dinero con el que ellos no cuentan; Deben acudir a lo que saben hacer muy bien y por lo que han logrado crecer como empresa y es el intercambio creativo: en este caso ellos buscan a un músico amigo con el que hacen un trueque, él les compone la banda sonora y ellos a cambio le realizan el videoclip de su nuevo disco. De esa forma los dos tuvieron un beneficio económico, pero no hubo intercambio de dinero, en cambió sí de capital intelectual, creatividad y talento.
Estando en debates sobre el tema de la economía creativa y cultural me he enfrentado constantemente con afirmaciones como “es que uno no vive del aire”, “es necesario ganar dinero para vivir y eso significa tener que trabajar para ello”, “no todo es amor al arte”; lo que es totalmente cierto, una parte importante por la que uno trabaja es para tener una fuente de ingresos que nos permita sostenernos y cumplir con las obligaciones financieras; es aquí en donde vienen las desventajas, la parte difícil del asunto y es tener claro lo obvio, que no es fácil emprender empresa en el sentido en que al inicio hay que sacrificar mucho y trabajar por metas a futuro, en la mayoría de casos es trabajar en cosas diferentes al tiempo que se solidifica el proyecto, que siempre si es la pasión y las ganas que se le meta lo que mantiene la iniciativa y no es nada fácil si contamos con que el mundo exterior nos está exigiendo responsabilidades.
Entonces es posible pero no fácil. Hay que unirse con proyectos similares, trabajar conjuntamente, buscar intercambios y sobretodo hacer uso de los apoyos y ayudas que el estado está brindando. Gracias a las nuevas herramientas tecnológicas, a Internet y a las redes sociales, es posible no sólo que trabajemos en equipo vía Web, usemos carpetas compartidas con aplicaciones como Dropbox, hagamos documentos colaborativos por medio de Google Docs, reuniones vía Skype sino que es posible hacer estrategias de comunicación y difusión gratuitamente usando a nuestro favor las redes sociales como Twitter y Facebook por hablar de las más populares. Y otra parte importante es que podemos hacer alianzas internacionales, conocer personas que trabajan por lo mismo en otras partes del mundo y al tiempo ser reconocidos por ellos.
Las cifras y posibilidades
La economía creativa es un fenómeno del que la mayoría de países del mundo se han dado cuenta que deben atender. Por ejemplo en Europa, pionero en el estudio de industrias creativas se dio cuenta que este sector está teniendo una gran incidencia en el PIB (Producto Interno Bruto). Sólo Inglaterra en el 2007 logró emplear a más de dos millones de personas gracias a este sector. Y en el 2000 el consulado británico trajo a Colombia el modelo de estudio europeo para hacer un mapeo sectorizado de las industrias creativas en el país y así dimensionar realmente el aporte que estas están teniendo en la economía colombiana.
Resultado del impacto que está generando este tipo de economía, Colombia ya está comenzando a pensar y estructurar políticas culturales que cumplan con las necesidades del mercado que dicho sector está creando. En Medellín por ejemplo, ya se están realizando las mesas de discusión para el Plan de Desarrollo cultural de medellín 2010 al 2020, en el que se están planteando estrategias que incentiven y apoyen a los empresarios creativos y culturales. De igual forma ya existen presupuestos importantes destinados a la innovación y creatividad como es el caso de Ruta N; y sobre todo en el Compendio de Políticas Culturales que sacó hace poco el Ministerio de Cultura de Colombia queda explicita la importancia de apoyar no sólo económicamente el sector de las industrias creativas y culturales.
Estamos pues, ante el inicio de lo que podría ser una muy buena posibilidad de emprender, pues aunque sentimos que el apoyo por parte del Estado es mínimo, hay un camino ya recorrido que no hay que desaprovechar ni dejar perder. Además que si unimos esto con las probabilidades de abrirnos mercado en la Web, el panorama se vuelve mucho más alentador: según el estudio El Estado de Internet en Latinoamérica publicado por ComScore en junio de este año Colombia fue el país que más crecimiento en población Web tuvo durante 2009 (36%).
Las conclusiones de todo lo anterior las pueden sacar ustedes mismos, igual que las posibilidades, pero si me preguntan qué opino al respecto, le haría fuerza al título de este artículo: hay una buena posibilidad de arriesgarse a emprender.
(Artículo escrito por @pixelgoomba originalemente para Medeweb)
